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La lana natural es por supuesto más sana que la sintética y más agradable al contacto con la piel, ya que, además de no provocarnos ningún tipo de picazón que otras lanas si, ofrece una óptima regulación térmica, es decir que calienta en invierno y transpira en verano.  Además, gestiona la humedad de forma natural, a diferencia de las artificiales.

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La lana natural no permite la acumulación de ácaros y es anti alérgico, no acumula estática, por lo que no hay que preocuparse más de eso al momento de pensar en nuestro cabello, nuestros productos tienen la capacidad de adaptarse al cuerpo, dado que poseen una elasticidad que toma las curvas de  cada persona de manera natural.

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Siempre hay que estar bien abrigados, sobre todo en invierno, nuestros cuellos y gorros ofrecen entregarte el calor que necesitas dando una sensación de calidez, y en verano de igual forma se puede estar abrigado en las noches sin preocuparse de que esta provoque sudor ya que la lana transpira sin provocar la sudoración, así estar frescos y secos.

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Las propiedades naturales de la lana son muchas al igual que sus beneficios y ventajas, como las propiedades termorreguladoras, mantiene la temperatura de manera constante, así no permitimos que  los cambios de temperatura afecten nuestro cuerpo pudiendo provocar algún resfrío o enfermedad

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